CONSEJOS PARA EL MANTENIMIENTO CORRECTO DEL TENEDOR
Cuando la bicicleta goza de un mantenimiento frecuente y bien hecho, sus niveles de funcionamiento mejoran al punto que te sientes seguro y cómodo al desplazarte en ella. Si cada pieza de la bici está en óptimas condiciones, te aseguras de darle una vida útil prolongada, pero para ello debes saber cuidarlas de la forma correcta. En esta oportunidad, te contaremos cómo hacer el mantenimiento del tenedor, una parte clave en el rendimiento durante la rodada.
Lo que debes saber sobre el tenedor.
Una de las partes más delicadas de la bicicleta es justamente el tenedor, por eso descuidar su mantenimiento es arriesgarse a acelerar el desgaste y provocar un cambio antes de lo esperado. No hay un dato o fecha exacta de cuándo es más conveniente hacerle una revisión al tenedor, pues todo depende del uso que cada ciclista le dé; no es lo mismo un recorrido con algunas pendientes que recorrer grandes desniveles y colinas. Lo ideal, es que la revisión se realice entre las 50 y 100 horas de uso, aunque existen algunas prácticas que puedes seguir en casa para prolongar un poco su vida útil.
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¿Por qué limpiarla?
Hay que mantenerla limpia del barro, la arena y el polvo que le entra al sistema de suspensión y aumenta la fricción; para evitar que estas impurezas se acumulen demasiado, lo más conveniente es limpiarla cada vez que la uses. De igual forma, límpiala antes del recorrido en especial si pasan un buen tiempo sin usarla. La mugre, polvo y cualquier otro elemento que se encuentre en el garaje, el patio o lugar donde la guardes, va provocando un desgaste en su sistema de suspensión.
La pistola de agua a presión es muy usada para realizar la limpieza, sin embargo es más eficaz en el lavado del cuadro de la bici que con el tenedor. La fuerza del agua puede dañar algún componente del tenedor y colarse dentro de él. Es mejor limpiarlo con un trapo húmedo o comprar un buen producto especial para limpiar esta pieza.
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Lubricación de las barras.
El tenedor tiene un sistema de lubricación interno, pero una parte, las barras, están expuestas al aire, razón por la que suelen secarse más rápido; entre más secas estén, mayor fricción y desgaste, por eso hay que lubricarlas aplicando un poco de aceite aunque ya en su interior haya líquidos que reducen su fricción. Presta atención a cualquier anomalía que veas o escuches y que pueda indicar una avería en el tenedor.
Presión de aire.
Este chequeo es necesario realizarlo de manera constante debido a que te permitirá aprovechar todo el potencial que una amortiguación puede brindar. La clave en este caso es saber regular correctamente el nivel de hundimiento del que dispone tu suspensión, pues alcanzando un ajuste ideal vas a lograr incrementar la absorción de las imperfecciones del terreno, consiguiendo así una sensación mas confortable.
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Regulación del rebote.
La suspensión nos permite salvarnos de los baches y absorber las irregularidades del terreno; si no está bien regulado el rebote del tenedor o suspensión trasera, podemos tener problemas de seguridad. Un mal ajuste ocasiona un rebote lento y si vas en un terreno con muchos baches, se hundirá más y perderá su capacidad de absorción. También podría suceder que el rebote sea muy rápido y la suspensión consiga el efecto contrario, haciendo que la rueda rebote tanto que podrías salir expulsado de la bici.
Revisión anual.
No dejes que pase un año sin una revisión profunda de la suspensión, incluyendo la sustitución de cada elemento desgastado o estropeado incluyendo el aceite. Este consejo no es solo para el tenedor, sino para todas las partes de la bicicleta.
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