CÓMO LAVAR LA BICI DE FORMA CORRECTA

No es solo cuestión de estética sino de rendimiento; después de un arduo entrenamiento o una competencia, lavar la bicicleta hace parte de tu relación con ella en la que garantizas que la vida útil de sus componentes sea aún más larga. Vamos a revisar la forma más sencilla pero efectiva de lavarla.

¡Lo básico para la limpieza!

Necesitas agua, jabón desengrasante, dos trapos de los cuales uno será para quitar la grasa y el otro para secar; también requieres de lubricantes para bicicletas, un cepillo, una esponja, una varilla para pasarla entre los discos y los platos. Ten a la mano además, el kit de herramientas para desmontar algunas piezas. De entrada te advertimos, que no uses líquidos abrasivos que puedan dañar el cuadro. Usa un jabón suave.

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Si cuentas con una plataforma para sujetar la bici, sería perfecto e ideal, sino, basta con que la apoyes en la pared. Si tienes una manguera, úsala para mayor comodidad, sino con baldes de agua es posible lavarla sin problema.

¡Comencemos!

Ya que tienes todos los elementos necesarios a la mano, vamos a comenzar la limpieza de la bici:

La cadena. Aplica el desengrasante en la cadena dándole vueltas a las bielas para que el producto llegue hasta cada eslabón y diente. Unos 10 minutos después de aplicado el producto, échale agua para que caiga la mugre. Si aún luego del agua, sigue sucia la cadena, aplica algunas gotas de jabón para plato, de forma tal que pareciera que lubricas y con una esponja, quítale los grumos mientras das vuelta a las bielas. Existen herramientas especiales para limpiar y desengrasar la cadena, pero si no las tienes, el cepillo de dientes o un trapo pueden ayudarte a quitar la grasa y secarla.

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Platos. Con un cepillo de cerdas duras, limpia los platos intentando quitar la grasa poniéndole jabón para platos. El cepillo también te va a ayudar a llegar a esos lugares difíciles de alcanzar y poder hacer una limpieza profunda y completa. Échale un poco de agua y revisa que ya no haya grumos de grasa.

Marco. Con la esponja húmeda, limpia de adelante hacia atrás, enfatizando en aquellos lugares en que es más fácil que se pegue la grasa, como la caja de dirección.

Ruedas. Limpia las llantas con un cepillo de cerdas gruesas para que sea más fácil arrancar el barro que se queda ahí luego de un entrenamiento. Luego limpia los rines con el mismo cepillo para poder llegar a las uniones de los radios. Para los frenos de disco, usa la esponja con agua y jabón, que es un poco más suave para esa zona.

¿Cada cuánto debe lavarse?

Lo ideal sería que después de cada uso le hagas una limpieza ligera y mantenimiento, sin embargo, según el tipo de uso que le des, debería realizar una limpieza más profunda. Por ejemplo, una bici de ciclomontañismo acumula tierra, barro y polvo en cada rodada; si no la limpias, esto puede averiar sus componentes. Si no puedes lavarla, por lo menos quita el exceso de tierra en las barras de la horquilla y pásale un trapo seco a la cadena para quitarle el polvo y lodo. De igual forma, tienes que revisar si los pedales, los frenos y el sillín no tienen grumos que obstruyan su funcionamiento.

Es decir, si quieres que tu bici dure más tiempo sin gastar dinero en reparaciones, ¡haz mantenimiento regular! Es la mejor manera de aumentar su vida útil.

Consejos finales.

Luego de lavar cada pieza de la bici, usa un trapo para secar cada parte; en seguida, lubrica la cadena con un cepillo de dientes y unas gotas de aceite.

Usa productos de buena calidad. ¿Comprarías lo más barato para tu bici? Recuerda que no necesariamente debe ser el más costoso, pero sí que sea un producto reconocido, recomendado y que no vaya a causar daños a tu bicicleta.

No uses chorros a presión; algunas partes podrían dañarse, como el caso de las piezas del cuadro, los rodamientos o la suspensión. Si vas a usar manguera, esta tenga poca fuerza.