SPINNING VS CICLISMO, ¿QUÉ TIENEN EN COMÚN?
Aunque el mundo se haya detenido un poco, el entrenamiento físico sigue siendo necesario para que durante estos días de cuarentena, la 
mente y el cuerpo se encuentren en las mejores condiciones para afrontarla.
La bicicleta es, no solo la mejor opción para movilizarse en medio de la crisis sanitaria y ambiental, sino que se impone como una de las máquinas favoritas para ejercitarse desde casa. Por ello, a pesar de que en este momento las medidas de distanciamiento no permiten dar rienda suelta al ciclismo, muchos se preguntan qué tan similar puede ser sustituirlo por ahora con la spinning o qué, ventajas y beneficios tiene cada disciplina.
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La resistencia del spinning.
Pedalear al ritmo de la música, trabajando el cuerpo a distintas intensidades y cadencias, hace que spinning sea uno de los entrenamientos más populares en casa en esta época de distanciamiento social. No solo pierdes peso sino que gracias a su alta exigencia es la mejor forma de mantenerse en forma haciendo un trabajo similar al ciclismo, pues la rueda de inercia de la bici de spinning da la sensación de estar montando una bici de ruta o MTB, por eso, es importante que la diferencies de una bicicleta estática tradicional, ya que estas no son aptas para el entrenamiento intenso que proporciona practicar spinning.
La rueda de inercia de spinning es pesada y la bicicleta se torna más estable y el pedaleo más suave; esto permitirá que puedas estar sobre ella el tiempo que desees a alta resistencia y ejerciendo mayor fuerza en el pedaleo. Como actividad física, se consumen hasta 600 calorías en mujeres y 1000 calorías en hombres. El gasto calórico es enorme, por ello podría decirse que se trata de una máquina muy completa y que se puede aprovechar para mantener hábitos saludables libres de estrés, sin riesgo de lesión, ya que su práctica no tiene impacto directo en las articulaciones.
Al igual que una rodada en tu bici, el spinning mejora la capacidad cardiovascular, disminuye la presión arterial y mejora el riego sanguíneo. Una sesión de 45 minutos es suficiente para mantenerse en forma, trabajar abdominales, brazos, mejorar la potencia muscular, la resistencia al esfuerzo sostenido y por supuesto, terminar agotado.
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Ciclismo.
Como la situación actual nos tomó por sorpresa, los ciclistas están optando por realizar un entrenamiento indoor con máquinas como la bici de spinning, adaptando el rodillo o el ciclo simulador para tener sensaciones realistas a la hora del pedaleo. Sin embargo, la bicicleta día a día se convierte en el mejor medio de transporte y la mejor elección para entrenar fuera de casa.
Una de las razones por las que el ciclismo se impone como una excelente manera de tratar el estrés, es que permite manejar el tiempo del recorrido, extendernos por horas sin interrupción y someter el cuerpo a una fuerte resistencia que se convierte en una valiosa herramienta para potenciar el sistema inmunológico, perder grasa, mejorar el riego sanguíneo, reducir los niveles de colesterol, incrementar la fuerza del corazón, la capacidad pulmonar, fortalecer los músculos y mantener la densidad de los huesos.
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Disciplinas como el MTB pueden practicarse a cualquier edad, desde niños a adultos que sufren dolencias de espaldas y de articulaciones, porque no tendrán riesgos de impacto, como sí ocurre en otros deportes. De hecho, ayuda a estabilizar el tronco y cuida las rodillas porque la presión que estas soportan durante el movimiento del pedaleo, es poca. La altura de las montañas, la exigencia y la poca disponibilidad de oxígeno, a diferencia de lo que pudiese parecer, es muy bueno para el corazón, ya que lo acostumbran a un esfuerzo mayor y lo mantienen sano hasta con un 20% menos de posibilidad de ataques cardíacos.
