CONOCE LAS MEJORES RUTAS PARA HACER MTB EN COLOMBIA
Colombia es un país tan diverso y privilegiado que cualquiera soñaría conocer. Recorrerlo en bici es uno de los lujos que se dan algunos deportistas por el gozo que permite este deporte: contemplar sus paisajes, montañas, trayectos y culturas. Las rutas por territorios colombianos son muy atractivas tanto para extranjeros, como para los mismos patriotas.
Pensar en trayectos únicos y especiales para montar bici resulta una decisión compleja. En general, hay rutas que se destacan por su travesía, por los paisajes que las rodean, por su nivel de exigencia, entre otras cosas. Por eso, en esta ocasión, tenemos algunas recomendaciones de recorridos por Colombia que puedes hacer con tu bici MTB y que, de seguro, te dejarán feliz de disfrutarlas:
- Cañón del Chicamocha
El cañón del Chicamocha fue nominado como una de las siete maravillas del mundo por su majestuosidad y atractivo para los ciclistas y turistas en general. Está localizado a solo 54 kilómetros de Bucaramanga, capital del departamento de Santander y a 1.450 metros sobre el nivel del mar. El trayecto permite gozar de un paisaje montañoso, donde se divisa el paso del río Chicamocha y que, resulta fascinante para los deportistas porque además de ser una ruta exigente, que requiere de esfuerzo y nivel, puede disfrutarse de la vista de este paraíso colombiano. Los ciclistas suelen hacer los recorridos por el cañón y por municipios aledaños. Ahora bien, cuando se inicia el ascenso por el cañón, debe tenerse en cuenta que, el nivel de exigencia de la ruta es intermedio a avanzado por la cantidad de pendientes y subidas que se requiere para recorrer todo el cañón de Chicamocha por completo.
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- Páramo o alto de letras
Si el objetivo es exigirse y mejorar el nivel cada día, el trayecto del Páramo de letras puede ser de las mejores opciones que hay en Colombia. No cualquier apasionado por el ciclismo puede pensar en hacer esta ruta. Para subir al páramo puede hacerse por Manizales o Mariquita, sin embargo, las dos opciones son un desafío para los ciclistas. Tiene una altura de 3.677 msnm y se considera que, en su ascenso hay un poco más de 80 kilómetros. El recorrido pareciera inacabable y, según deportistas que cuentan su experiencia del trayecto, hay pocos y cortos descensos que, así el deportista tenga un nivel superior, durante la ruta se anhela que lleguen.
- Alto de la línea
El alto de la línea se localiza en el departamento de Quindío, cercano a la población de Calarcá. Es considerada una ruta de MTB de nivel intermedio puesto que, dentro de sus 21 kilómetros de longitud, los primeros 11km se consideran moderados a comparación de otras rutas. El alto de la línea tiene una altura de 3.265 msnm. El verde que se aprecia en el paisaje es inigualable, por eso, para los ciclistas que han podido gozar de este recorrido, se considera de las vistas más admirables. Después del túnel de la línea, los otros 10 kilómetros requieren de fuerza y resistencia para mantenerse y lograr alcanzar el recorrido. En resumen, casi todo el trayecto está constituido por pequeños y cortos descensos y, a su vez, terrenos planos donde se puede disfrutar del paisaje al mismo tiempo de realizar actividad física.
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- Alto de los patios
Para los amantes del ciclismo que visitan la capital del país, esta puede ser la ruta más deseada. Además de adaptarse al clima de Bogotá, este trayecto requiere de un nivel avanzado y, como si fuera poco, de una condición física y mental sobresaliente. El ascenso del alto de los patios demanda aproximadamente 14 kilómetros (desde el centro de Bogotá) que se mantienen con un nivel superior en todo el recorrido. Este trayecto es muy común entre los ciclistas de ruta y montaña por considerarse uno de sus mejores destinos para su entrenamiento que finaliza en el municipio de la Calera.
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- Cerro “el volador”
El cerro el volador está localizado en la ciudad de Medellín. Es considerado el más grande en el área urbana. Además de entrenar y disfrutar de una ruta compleja, este cerro permite una visibilidad de casi toda la ciudad y, por eso, muchos ciclistas hacen pausas o descansos cortos para tomar fotografías o disfrutar de la vista. La ruta es reconocida por los vínculos con la historia, arqueología y porque es de los siete cerros que protegen al Valle de Aburrá. Hay ciclistas profesionales que suelen iniciar la ruta desde Bogotá y recorren 550 kilómetros. Sin embargo, durante el trayecto, disfrutan de acampar, de ver el paisaje y de compartir con amigos.